Por: Fernando Flores Pradis
Todos estamos interesados en colaborar con los asuntos de la transparencia y rendición de cuentas, independientemente de edad, género, ideología, condición socioeconómica o religión, empresarios, organizaciones de la sociedad civil y ciudadanía en general.
La corrupción es la cuna de todos los males, existe un hartazgo generalizado, nosotros los ciudadanos debemos de actuar en consecuencia y debemos asumir la responsabilidad que nos compete a todos para poder lograr ver la ciudad que todos tenemos el deseo de ver. La mejor forma de acabar con este mal es dándole un giro con rumbo y dirección, es ponerle un alto a todos aquellos funcionarios públicos que a través de la corrupción cometen un acto de cobardía en contra de la ciudadanía.
Es innegable que una sociedad organizada y comprometida, donde los individuos asumimos nuestra responsabilidad colaborando activamente en el logro de objetivos y beneficios que mejoren la calidad de vida de la comunidad, constituye un espacio de democracia participativa, de corresponsabilidad social y de ejercicio legítimo del deber y el derecho ciudadano, indispensable en la relación con las instituciones públicas. Una sociedad así conformada contribuye a la eficiencia y eficacia de Asociaciones como el Observatorio Ciudadano de Baja California (OBSERBC).
Cuando no existe la transparencia, la corrupción se define como el abuso del poder para beneficio personal. La corrupción tiene diversas consecuencias negativas: impide a la ciudadanía acceder a los servicios públicos cuando no pueden pagar por ellos, lo cual aumenta la desigualdad social y debilita la confianza en el gobierno; limita la efectividad de las políticas públicas ya que parte del dinero asignado se queda en manos de terceras personas, afecta el desarrollo económico y social de nuestro estado; desalienta la inversión privada y reduce la recaudación tributaria poniendo en riesgo el crecimiento económico.
La rendición de cuentas tiene que ir en ambos sentidos: las instituciones públicas deben rendir cuentas a los ciudadanos, pero estos también deben tener los conocimientos, la educación y la capacitación necesarios para exigir a las instituciones públicas que rindan cuentas. Es una responsabilidad mutua.
Activar la participación de la comunidad y otros actores sociales en los asuntos de la transparencia y rendición de cuentas, contribuye a la integración de nuestras comunidades incluyentes y fortalece la construcción de una sociedad más democrática.
La participación social activa y responsable es un buen ejemplo para lograr que la comunidad aprenda a participar con responsabilidad en la toma de decisiones, a generar comunidades solidarias y con un compromiso ético, a reparar el tejido social y rescatar los valores comunitarios, a organizarse para buscar el bien común y a desarrollar las competencias que les permitan ejercer a lo largo de su vida una ciudadanía al servicio de la sociedad.
Los Bajacalifornianos necesitamos un nuevo momento en la historia que promueva los valores civiles y morales de una nueva era: mayor apertura y cooperación en nuestro estado, más transparencia, inclusión y solidaridad entre los municipios, y mayor rendición de cuentas para los responsables de la economía nacional.
Sociedad y Gobierno, binomio de colaboración, esto es lo que juntos logramos a diario, como parte de un compromiso con nuestro presente que pudiera ser generador de una esperanza hacia el futuro. Estamos conscientes de que no podemos ni debemos caer en el pesimismo, y en OBSERBC nuestra formula es creer en lo que hacemos y saber que nuestra labor importa, que hacemos un servicio público en bien de la ciudadanía con una utilidad social inmensa.